viernes, 5 de diciembre de 2008

La mente siempre va por libre. Al menos la mía siempre está funcionando con independencia de lo que esté haciendo. Es increíble la facilidad que tiene de desconectarse de la rutina.  No siempre soy consciente de ello pero  hoy, por un momento, mientras estaba a "guisopazos" en la escalera me he sorprendido viendo imágenes que bien podrían plasmarse en un lienzo. Llevo toda la mañana con la cabeza alborotada en un revuelo de ideas. Esto para mi es bueno porque me hace sentir emoción, inquietud, ganas de vivir; despierta mi creatividad, la necesidad de hacer cosas, me siento viva. Mientras, mecánicamente barro, friego o cocino. Ahora me explico porqué no me cunde... aunque esto no es del todo cierto porque esta emoción interior actúa de motor y, en realidad, me muevo mas deprisa; por el contrario, son los momentos mas  estériles, los que me paralizan.

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