miércoles, 24 de septiembre de 2008

La campana de Covarrubias

La primera semana de mayo de 1978 hice un viaje por Burgos, desfiladero de la Yecla, Santo Domingo de Silos y Covarrubias.

Llegamos a la bella ciudad de Covarrubias a última hora de la mañana y nos dio tiempo a pasear por sus calles de construcción medieval, justo antes de comer.

No conocíamos nada de esta ciudad y no teníamos ni idea de las sorpresas que nos esperaban:

covarrubias rio

Por la tarde, una tarde espléndida de primavera, apetecía el paseo por la orilla del río. Y así, contracorriente, sin saber como llegamos a la Colegiata de San Cosme y San Damián pegadita al rio Arlanza.



Al ver el horario de visitas, sentimos curiosidad y decidimos esperar para entrar a verla. En su museo nos encontramos con una joya: El Tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, obra emblemática de la escultura gótica del siglo XV. atribuida a un discípulo de Gil de Siloé.

Pero no queda aquí la cosa, ahora viene lo mas curioso y de lo que yo todavía no he salido del asombro.
Resulta que en el claustro hay una tumba románica adornada con banderas española y noruega, donde se encuentra enterrada la princesa Cristina de Noruega ( la princesa del amor), que vino a España en 1257 para casarse con Felipe de Castilla, hermano del Rey Alfonso X.

triptico

Según otras fuentes, Alfonso X pactó la boda con su padre el Rey Haakon de Noruega por intereses políticos. La princesa Cristina partió de su país para casarse con él en una nave vikinga, pero fue tan complicado el viaje, y tardó tanto tiempo, que cuando llegó a España el Rey Alfonso ya se había casado. Por lo que la dio a elegir como esposo a uno de sus hermanos y ella escogió a Felipe de Castilla.

Cristina murió sin descendencia cuatro años mas tarde, porque no se adaptó al clima. Otros dicen que fue por nostalgia de su pais.

Junto a la tumba hay una campana de barco con unas cintas de colores en el badajo, regalo del Pueblo Noruego.

En Covarrubias existe la leyenda que dice: que aquellas doncellas solteras que hagan sonar la campana que hay junto al sarcófago, encontrarán esposo en el plazo de un año.

Toda esta historia nos la contó el sacerdote que nos enseñó la colegiata. En ese momento la única del grupo que no tenía pareja era yo. ¡¡Y di tal "campanazo"!! ... que por poco me quedo con las cintas en la mano.

¡¡ Aquí viene lo bueno !!. Como dije, esto ocurrió a primeros de mayo, y no os lo vais a creer pero... a finales de mayo comencé a salir con Fernando con el que me casé dos años después... y sigo casada con él.

6 comentarios:

  1. yo no me creo nada de supersticiiones, pero esto es distinto, y me alegro mucho de que encontrases la felicidad y el amor. ¡Enhorabuena! :)

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  2. Pobrecilla Cristina de Noruega, me pregunto qué podríamos hacer por ella, ya que ella tanto ha hecho por el amor y por las personas que lo buscaban deseperadamente. Parece mentira que sún hoy existan esos milagros. ¡Gracias, Crsitina! :)

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  3. hace muy poco que yo fui allí, y el cura no dijo nada de eso, dijo que era un camelo; de hecho, si fuese verdad, muchas personas habrían escrito y nadie sifriría infelicidad. ¡Cuántas leyendas y mentiras!

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  4. Yo solo he contado lo que ocurrió hace justo 32 años, y es completamente cierto, seguramente fué una coincidencia, una casualidad, pero ocurrió.

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  5. yo fui expresamente a covarrubias a tocar la campana con toda mi ilusión y esperanza, pero nada bueno ocurrió. No se debería jugar así con los sentimientos de la gente, especialmente cuando ya es desesperante la vida y no puedes formar una familia. Yo toqué esa campana, estuve allí, pero no ocurrió el milagro. Si alguien lee esto, que no se aferre a este clavo ardiendo, que le puede hacer mucho daño.

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  6. ya que ayer escribí un comentario "negativo", también querría decir que Covarrubias es un pueblecito presioso, pequeño, acogedor y muy en contacto con la Naturaleza y la clama que ésta aporta. La Iglesia está también muy bien conservada y merece la pena visitarla, pero no a costa de la fama de que en la tumba de la Infanta Cristina de Noruega se logran milagros de amor, porque eso es mentira, y yo lo he probado y lo puedo decir; pero al margen de eso, es un sitio que merece relamente la pena, como turismo rural y como turismo histórico.

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