miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sobrepeso, ¡Que lucha, Dios mío!

Esto del peso es un martirio. He engordado dos kilos este verano, y no creas, que he tenido cuidado. Deben ser líquidos porque es imposible, ¡tampoco como tanto!
Seguro que es una mala costumbre, pero me peso a diario nada mas levantarme. No estoy obsesionada con el sobrepeso, lo tengo asumido, se que tengo unos kilos de mas (unos cuantos) pero como soy alta, se nota menos. No se me ve muy gorda, se me ve... "señora". Y esto a mi edad, porque voy acumulando años, es normal.
Me estoy fijando que últimamente me da por acumularlo todo: acumulo años, kilos, achaques...

Todos los días intento adelgazar los gramos engordados y me digo por la mañana: -¡hoy, a fruta!- pero por una cosa o por otra tengo que dejarlo para el día siguiente... y los gramos se suman y se van transformando en kilos.
¡Fíjate! que no soy golosa, pero me pierde lo “salao”, además esto de ser ama de casa te obliga a ir y venir a la nevera porque cuando estas muy harta de recoger, limpiar, planchar, cocinar… te dices: -me voy a hacer un cafetito-, y te comes una fruta, o un yogur, o quien dice esto dice un trocito de chorizo y así te olvidas un rato de ese trabajo tan poco agradecido.
Pinto, porque quiero que quede algo mío cuando me muera, porque arreglar la casa no es ningún mérito para nadie. Ser ama de casa no está muy valorado en esta sociedad.

Soy de la opinión que es mejor no preocuparse mucho del peso, porque si quieres perder peso a toda costa, te da mas ansiedad y al final comes más. Pero también es verdad que si no te preocupas, en cuanto te dejas una temporada, la báscula te da un disgusto.

Parece mentira lo fácil que es coger kilos. yo creo que esto es un problema evolutivo, el cuerpo acumula grasa por si nos quedamos sin comida, como cuando vivíamos en la cavernas. No se da cuenta de que nos sobra, que no necesitamos guardarla.

Yo soy de comer, y si no como, me pongo malísima:
Cuando me hicieron la cesárea de Marcos, llevaba desde el día anterior en ayunas, y me tuvieron todo el día a suero, me encontraba fatal, con mucho malestar en el estómago. Fernando para no dejarme mucho tiempo sola, se compró un bocadillo y se lo estaba comiendo a mi lado, y yo que le veo, le digo: - mira Fernando yo creo que lo que tengo es hambre, dame un trocito de bocadillo- No me lo quería dar, me costó un rato convencerle pero al final me dio un trozo. Me sentó divinamente, ¡vamos que probé tolerancia a líquidos con el bocadillo!. -¡¡Esto no se debe hacer!!- os lo dice una enfermera.

Una noche, cuando todavía no existían los móviles, era ya muy tarde y Fernando no llegaba. Me empecé a preocupar... pasaba el tiempo, y no venía, yo no sabía que hacer, donde podía llamar, toda inquieta.... hasta que me dije: -mira yo voy a cenar, no sea que le haya pasado algo- Afortunadamente no le pasó nada.

¡Es que tiene delito la cosa!. En la posguerra la gente no comía porque no tenían que comer, y ahora que tenemos comida de sobra, no podemos porque nos engorda. Y luego decimos que Dios es perfecto, pero en esto no estuvo muy fino. Vamos a ver... ¿ por qué tuvo que hacer, que engorde todo lo que está bueno?

Hoy, ¡un día mas!, voy a intentar estar a fruta. ¡No puedo permitirme el lujo de engordar ni un gramo mas!.

2 comentarios:

  1. Perpe ademas de tus cuadros estas dejando para la posteridad mas cosas una familia estupenda y unos amigos entre los cuales me incluyo Y tienes razon en lo de la gordura es un fastidio todo lo que esta bueno engorda pero tienes que estar tranquila con el tema pues la ansiedad tambien hace engordar asi que relajate vale

    ResponderEliminar
  2. Pilar Gómez dijo: Ya me he enterado de lo q es un comentario a la entrada. Me gustan tus comentarios. Son muy frescos. No sabia q se te daba taN BIEN LA ESCRITURA. En cuanto a lo de engordar mejor es no preocuparse, por que si no no vives.

    ResponderEliminar