FELIZ NAVIDAD
Blog personal dedicado a pintura y otras aficiones.
¡Ya tenemos en marcha el FORO!. Esta es su portada. Le he llamado El café, porque como decía: entrar en el, será como tomarnos un café con los amigos. Podremos contar chismes, debatir temas, darnos consejos etc.
Solo pueden escribir en el FORO los miembros que se registren. Lo que pongamos, lo podrá ver todo el que quiera, menos el apartado para temas privados, que solo podremos ver nosotros, los miembros registrados.
He dejado un enlace a la derecha, debajo de las etiquetas, por si queréis entrar desde el blog, o también podéis pinchar sobre este vínculo: Foro EL CAFÉ. La dirección de Internet es elcafe.foroactivo.com. Si queréis registraros, una vez en el Foro pincháis sobre Registrarse, aparecen las normas generales de los foros y pincháis en estoy de acuerdo con las condiciones.
En nombre de usuario, ponéis el nombre con el que queréis que se os identifique en el foro, no es necesario que sea el auténtico, puede ser un seudónimo.
El correo electrónico, lógicamente tiene que ser el vuestro, porque mandan un mensaje.
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Te mandan un correo a tu dirección, lo abres, y para finalizar el registro tienes que pinchar sobre el último vínculo que aparece con letras azules. Ya estás registrado como miembro del Foro El café .
Todavía lo estoy organizando. Lo que queda lo tenemos que hacer juntos.
Os invito a todos los que habitualmente visitáis El Cañamar, y también se lo podéis decir a vuestros amigos. Creo que puede ser una experiencia muy positiva.
El próximo domingo tendrá lugar el encuentro de Corales que todos los años celebramos por Navidad.
Este año participarán, además de la nuestra, las Corales de Coslada, Camarena, y Madridejos. Si queréis pasar un buen rato e ir ambientando estos días navideños, os esperamos el día 21 a las 6 de la tarde, en la Iglesia San Cristóbal de Almorox .
Me he dado cuenta por los comentarios de la entrada anterior, que hay temas que pueden suscitar diversidad de opiniones. Normalmente, como habéis comprobado, procuro no hablar de mis propias opiniones, máxime si pueden crear polémica, porque creo que un blog no es el mejor medio para eso. Desde mi punto de vista.
Se me ha ocurrido que podríamos hacer un FORO donde aquellos que lo deseen, participen dando sus opiniones del tema a tratar.
Sería como tomarse un café con los amigos en el momento que nos venga mejor, en casa, tranquilitos, dándonos tiempo a reflexionar las opiniones de los otros, y elaborar nuestras propias opiniones.
Las temas a tratar los podemos elegir entre todos, dando prioridad a los problemas personales urgentes, los que por su actualidad merezcan ser tratados y el resto por el orden en que han sido propuestos.
Nos podemos poner un periodo de tiempo para los mas, como diría..., filosóficos o genéricos y, al mismo tiempo, intercalar espontáneamente aquellas preguntas personales y cotidianas que nos surjan.
También necesitaríamos un moderador imparcial a ser posible, que ateniéndose a unas normas diga lo que se puede hacer o no.
Las normas las podemos decidir entre todos, ya formado el foro.
No se como se puede hacer, se lo comentaré a Marcos.
Hace unos días escribí este poema, si es que se puede llamar así.
Me imaginaba asomada a un balcón en medio de una calle recta y larga. Y en esa calle, en la lejanía, vislumbraba el pasado y lo que está por venir.
Perpe
He sentido verdadero dolor físico al recibir la noticia de la muerte de Ángel. Que injusticias comete la Justicia a veces. Que poderosa e implacable se muestra con los pobrecitos, y que pobrecita y magnánima con los poderosos. ¡ Por favor!, ¡¿que mal tan grande había hecho?!, no mató a nadie, solo defendió su pan.
Es triste que la persona que no sabe defenderse, o no tiene dinero para que le defiendan, acabe con una pena de nueve años de cárcel que para él a sido su pena de muerte. ¿Se puede cebar de forma tan injusta la Justicia?, ¿de verdad fue él, el único culpable?. Y los que ocasionaron el conflicto... ¿no tienen ninguna culpa?. No es normal que por defenderte, te manden a la cárcel un montón de años, te quiten tu único medio de vida, el camión, y además tu casa, para pagar la indemnización de aquellos que provocaron lo que ocurrió. Es cierto que hirió a uno de ellos, pero también pudo ser al contrario. El ha sido otra víctima, pero de la Justicia, que le ha producido con su sentencia la tristeza y la enfermedad hasta la muerte.
La Justicia castiga al que delinque con la intención de regenerarle y reinsertarle en la sociedad, pero en este caso no era necesario porque Ángel era una excelente persona. Además han cometido un fallo imperdonable; no haber tenido en cuenta el gran daño moral y psicológico que han ocasionado a su hijo adolescente, víctima inocente de todo el problema.
No creo en la Justicia humana, porque no existe. Solo confío y espero que la Justicia Divina haga justicia implacable con los verdaderos culpables de este desastre.
Perpe.
Poinsettia Legend - Flor de Pascua. Es una planta de Méjico y la leyenda procede de allí.
En atención a Pepi que me la ha enviado por correo en versión de Virgilio y Abril.
La que pongo a continuación, es la misma versión pero adaptada por mi a nuestro castellano. Quizás no tenga el mismo encanto pero se entiende mejor. Dice así:
Hace siglos, en la noche de Nochebuena, Pepita estaba alegre porque iría a la iglesia a celebrar el nacimiento de Jesús. Estaba inquieta, quería ponerse guapa para agradar al Niño Jesús en esta Noche maravillosa.
- ¡"Mamá, Mamá"! - dijo Pepita llorando.
- "Qué es hija"? - la preguntó su madre .
- ¿" Me ves bien?
La madre vio a su hija con el vestido viejo y descolorido, demasiado pequeño para su talla , y los zapatos andrajosos con las suelas agujereadas. Su madre hizo un ademán de acariciarla el pelo, la sonrió, y dijo:
-"Ven aquí chiquita, permíteme que te ayude”-
Y su madre cogió a Pepita y la ayudó a ponerse guapa para la ir a la Iglesia. Primero, la dio un suéter para que se lo pusiera sobre el pequeño vestido.
-"Esto la mantendrá calentita" - dijo su madre.
Luego la dio un par de viejas – pero útiles para el frio - botas de nieve que Pepita no quería llevar.
- "Mamá, son viejas," - dijo Pepita .
- "Pero querida, te ayudarán a andar por la nieve hasta la Iglesia - la contestó su madre.
- "Bien… Bueno ma," dijo Pepita.
Su madre la recogió el pelo hacia atrás dejando sus pequeños rizos ordenados, que botaron cuando, al darla un empujoncito, ella empezó a andar.
- ¡"Mamá! ¡estoy maravillosa! ¡Muchas Gracias "! - exclamó Pepita.
- "¡Estás hecha un primor, ya te puedes ir"! - dijo su madre.
Pepita salió de casa y anduvo los tres bloques hasta la diminuta Iglesia blanca de la esquina. ¡A mitad del camino se dio cuenta de que no llevaba ningún regalo para el Niño Jesús!
- ¡"Ay de mi!, no tengo ningún presente para darle…" - sollozó.
Detrás de ella iba Pablo, su mejor amigo, que al ver su llanto, se paró y la preguntó:
- "¿Qué te pasa Pepi ?", "¿Todo está bien?". -
- "No tengo ningún presente para Jesus"! - dijo ella llorando.
- "Bien… mira allí, podemos tomar eso como regalo" contestó Pablo.
Los ojos de Pepita miraron a donde Pablo decía y dibujó una pequeña sonrisa. Lo que estaba viendo, eran unas plantas descoloridas, que en su día fueron vigorosas de intenso color verde oscuro con sus primeras flores de blanco algodón, pero a Pepita, le pareció el mas bonito y maravilloso presente para dar al Niño.
Así que, Pepita y Pablo, reunieron las plantas agonizantes y las llevaron a la Iglesia. ¡Cuando colocaron las plantas sobre el altar, sucedió algo asombroso!. Las plantas se transformaron milagrosamente en flores rojas. Los pétalos fueron arreglados en forma de estrella sobre tallos y hojas verdes brillantes. Eran las flores mas bonitas y hermosas de toda Iglesia. ¡Todos los que allí estaban esa noche, presenciaron un verdadero Milagro de Navidad!, y fue el inmenso amor que Pepita tenía al Niño Jesús, lo que hizo que este milagro sucediera.
"No es fácil escribir con los ojos anegados en lágrimas. No es fácil escribir, en efecto, cuando el sentimiento de culpa nubla la inteligencia y desgarra la conciencia. No es fácil escribir cuando un ser inmensamente amado que te amaba inmensamente muere y tú has sido el instrumento involuntario de esa muerte. No es fácil escribir cuando, para hacerlo, se aprieta la tecla de encendido del ordenador y lo primero que aparece en su pantalla es la imagen de la persona que se ha ido para siempre. No es fácil escribir, en suma, cuando no se tienen ganas de vivir.
¿Persona? Sí, aunque sólo (¿sólo?) fuese un gato, porque persona es todo lo que tiene alma, y Soseki la tenía. Quien lo trató, lo sabe. Era -¿es?- el ser más noble, más bueno, más simpático, más sensible, más inteligente e, incluso, más guapo que he conocido. Nos enseñó a amar. Así de simple, así de claro. ¿Se puede querer a un animal como a un hijo, como a una madre, como a un padre, como a un amigo? Se puede. Doy fe
Lo sé, lo sé. Es el fatum. Es un accidente. Sin volición no hay culpa. ¿Pero no es culpable la negligencia, la distracción, la falta de reflejos? No me absuelvo, no me perdono. ¿Qué penitencia debo cumplir para que Soseki me perdone y me absuelvan las personas a las que se lo arrebaté?.
Yace ahora al pie del olivo de mi jardín. Naoko y yo hemos escarbado su tumba diente a diente, lo hemos depositado boca arriba en ella, le hemos rascado la panza, ofrecida por última vez, mientras nos miraba con los ojos abiertos, apenas vidriados y llenos aún de amor, y hemos recibido de él, después de besarlo, su último adiós. Hizo suyo en el postrer instante el ideal de Roma: murió joven y tuvo un cadáver bonito. Tan bonito como en vida lo había sido no sólo su cuerpo. También sus actos y su alma.
Sabía que iba a morir. Su conducta en los días, las horas y los minutos anteriores a su óbito lo demuestra. Se despedía. Nos avisaba. Nos dio más amor que nunca. Naoko y yo, sorprendidos, lo comentábamos sin entender el porqué de esa actitud. Quería avisarnos de que el montacargas maldito es peligroso y, para ello, se inmoló.
Nos ha dejado, además de ese recordatorio, otras muchas cosas en herencia. Procuraremos usarlas bien y rayar siempre a la altura ética y estética de quien nos las legó.
(Resumen de lo publicado por F. Sánchez Dragó en "El Mundo").
La mente siempre va por libre. Al menos la mía siempre está funcionando con independencia de lo que esté haciendo. Es increíble la facilidad que tiene de desconectarse de la rutina. No siempre soy consciente de ello pero hoy, por un momento, mientras estaba a "guisopazos" en la escalera me he sorprendido viendo imágenes que bien podrían plasmarse en un lienzo. Llevo toda la mañana con la cabeza alborotada en un revuelo de ideas. Esto para mi es bueno porque me hace sentir emoción, inquietud, ganas de vivir; despierta mi creatividad, la necesidad de hacer cosas, me siento viva. Mientras, mecánicamente barro, friego o cocino. Ahora me explico porqué no me cunde... aunque esto no es del todo cierto porque esta emoción interior actúa de motor y, en realidad, me muevo mas deprisa; por el contrario, son los momentos mas estériles, los que me paralizan.
Posteriormente la tía Cele entró a servir en casa de Concha "la gancha". Debían tener la misma edad o llevarse poco; las recuerdo a las dos, mayores y vestidas de negro; Concha había enviudado hacía pocos años y mi tía tenía luto por su hermano Jacinto, que murió en esa casa. Yo tengo vagos recuerdos de aquello, pero de lo que si me acuerdo, es que íbamos a ver al tío Jacinto y que hablaban con mucho secreto de lo que le pasaba, porque lo que fuera, lo tenía en "sus partes"; luego he sabido que murió de un cáncer de próstata. También se me ha quedado la imagen de la escalera por donde se subía a su habitación, porque la barandilla remataba con una bola de cristal grande, como tallada, en color ámbar rojizo , que me gustaba mucho mirar y tocar.
Concha "la gancha", era una de las mas ricas del pueblo, su casa estaba en la plaza, haciendo esquina con la calle que va a la glorieta. Era una solterona hasta que se casó, ya de mayor, con un gallego que se llamaba Albino; dicen las malas lenguas que por el dinero. Lo cierto es que el hombre la hizo feliz, la trataba con cariño y la colmaba de atenciones, aunque no la quisiera.
Albino era muy amigo de Prici, Prisciliano Caro, también de muy buena familia, sobrino de "las fernandas", otras dos solteronas con dinero. En mi pueblo esto de tener dinero y ser mujer no parece que fuera una buena combinación como podéis ver. Y en lo referente a ser de buena familia, como en la mayoría de los pueblos, a veces se valora mas a la gente por lo que tiene, que por lo que es. A lo que iba; Prici tenía cuatro hijos de corta edad fruto de su matrimonio con Mariana, una mujer muy guapa y buena moza, y según decía toda la gente, una santa.
Prici y Albino se iban de caza juntos y tenían muy buena relación, pero no se que les pudo pasar: si es que Albino iba demasiado por la casa de Prici, o le hacía comentarios de Mariana, o simplemente fue porque era muy celoso; el caso es, que un buen día Prici cogió su escopeta y se fue de caza, pero esta vez, primero cazó a Albino en la calle matándole de un tiro, y después se fue a por su mujer a su casa y la disparó sin importarle que se cayera el niño que tenía en los brazos. Yo debía tener entonces la edad del hijo mas pequeño, pero mis hermanas se acuerdan perfectamente, porque el pueblo quedó conmocionado con la noticia. Parece ser que los celos eran infundados, por lo menos en lo referente a su mujer. Albino era mas joven que Concha, pero casi un viejo comparado con Mariana, y no se si tendría algún sentimiento hacía ella, pero que se sepa, entre los dos no hubo nada. A Prici le metieron en la cárcel y estuvo muchos años en ella; los hijos también se fueron del pueblo y nunca mas he vuelto a saber de ellos. La última noticia la tuve el otro día en el entierro de mi tío, donde comentaban que Prici había heredado una parte de la casa, propiedad de sus tías "las fernandas", situada en el ala izquierda del palacio de la glorieta. Lo que no se, es si vive todavía.
El último crimen muy sonado que cometió uno de mi pueblo, fue aquel que mató a su cirujano plástico y a su enfermera, porque no había quedado satisfecho con la rinoplastia que le habían hecho. Según, este chico fue varias veces a dar quejas al médico por el resultado de la operación y este no le hacía caso, o al menos, no el caso que el quería. Se conoce que empezó a darle vueltas y, entre lo acomplejado que estaba con la nariz, lo introvertido que era, o vete a saber si no tenia alguna paranoia; se le metió en la cabeza que se estaban riendo de el y, ni corto ni perezoso, se fue a por ellos con una escopeta. Después salió huyendo con su coche a toda velocidad y se estampó, muriendo en el accidente. Yo conocía al cirujano, el Dr Vazquez Añón, que era jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Cruz Roja de Madrid, donde yo trabajaba. Cuando pasé por quirófano siendo alumna de 3º de ATS, ayudé varias veces en operaciones suyas. No le traté personalmente, pero la impresión que daba era de ser muy engreído, y muy tonto. ¡¡Con esto no quiero decir que se mereciera lo que le hizo!!.
En la última entrada de "El Trastero", mencionaba a Alfonso de Borbón porque, como ya dije, un tío de mi padre fue su ayuda de cámara. ¡Aquí tenéis su historia!, como cotilleo no está nada mal:
Alfonso nació en 1907, fue el primer hijo de Alfonso XIII y, por tanto, Príncipe de Asturias heredero de la Corona. De pequeño era un niño muy guapete, rubito y con los ojos azules, pero su infancia no debió ser muy feliz.
Heredó la hemofilia, transmitida por su madre, por lo que fue un niño que cuidaron entre algodones, siempre con el temor de que tuviera algún accidente o enfermedad que le pudiera producir hemorragias. Esta preocupación y exceso de cuidados, le fue introduciendo en un estado de apatía y desinterés por lo que sucedía a su alrededor. No quería saber nada de los asuntos de estado; y la relación con su padre era conflictiva porque Alfonso XIII no llegó a superar que el heredero de la Corona fuera un enfermo.
Al margen de esto, no se como sería la relación de Alfonso XIII con su familia legítima, supongo que no sería maravillosa, porque llevaba una doble vida con una actriz de teatro con la que tuvo dos hijos.
De joven, Alfonso no mostraba ningún interés por contraer matrimonio y, a sabiendas de sus obligaciones, rechazó el matrimonio que le propusieron con la princesa Ileana, hija de la reina de Rumanía. No quería saber nada de la Corona, y se retiró al palacete de la Quinta en los montes del Pardo. Allí era feliz en el campo y, sobre todo, disfrutaba con su granja de gallinas y cerdos.
En 1931 cae la monarquía en España, y la familia real tiene que emigrar. Tras la separación del matrimonio de Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia, su hijo Alfonso cae enfermo; ingresa en una clínica de Lausana, y es allí donde conoce a Edelmira, una guapa modelo hija de un hacendado cubano, de la que se enamora.
Alfonso XIII se opuso frontalmente a este matrimonio tan desigual, y en 1933, Alfonso de Borbón y Battemberg renunció a sus derechos a la Corona de España, así como los de sus descendientes. Días después el Conde de Covadonga, ya no era Príncipe de Asturias, contrajo matrimonio con Edelmira.
Dos años después de luna de miel, vino y rosas, la tal Edelmira, "la puchanga" -así la llamaba la Familia Real-, le abandonó y marchó para Cuba, dejando a Alfonso solo en París que, desesperado, decidió marcharse tras ella para recuperarla. Consiguió rehacer su matrimonio pero por poco tiempo, porque en 1936 Alfonso vuelve a caer enfermo y Edelmira le abandonó para siempre.
Dos meses después del divorcio, vuelve a contraer matrimonio con otra bellísima modelo cubana que conoció en Nueva York. Dos años mas tarde, Alfonso murió solo, una noche que conduciendo por las calles de Miami se estrelló contra un poste de teléfono. Sus restos reposan en el Escorial por deseo de su sobrino, el Rey Juan Carlos.
Acabo de oír este poema en Onda Cero, en el programa "Como el perro y el gato" es largo pero precioso, tierno, con una sensibilidad muy especial.
Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado,
un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros,
pobres de sangre y estampa.
Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.
Cuando pequeños, qué finos
y ágiles son en la infancia,
baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana,
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
Cuando mayores, al tiempo
que ven que se fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.
Qué tristes ojos que tienen,
que recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada.
Yo le llamo: psss, psss, psss.
Todo orejas asustadas,
todo hociquito curioso,
todo sed, hambre y nostalgia,
el perro escucha mi voz,
olfatea mis palabras
como esperando o temiendo
pan, caricias... o pedradas,
no en vano lleva marcado
un mal recuerdo en su pata.
Lo vuelvo a llamar: psss, psss.
Dócil a medias avanza
moviendo el rabo con miedo
y las orejitas gachas.
Chasco los dedos; le digo:
"ven aquí, no te hago nada,
vamos, vamos, ven aquí".
Y adiós la desconfianza.
Que ya se tiende a mis pies,
a tiernos aullidos habla,
ladra para hablar más fuerte,
salta, gira; gira, salta;
llora, ríe; ríe, llora;
lengua, orejas, ojos, patas
y el rabo es un incansable
abanico de palabras.
Es su alegría tan grande
que más que hablarme, me canta.
"¿Qué piedra te dejó cojo?
Sí, sí, sí, malhaya".
El perro me entiende; sabe
que maldigo la pedrada,
aquella pedrada dura
que le destrozó la pata
y él, con el rabo, me dice
que me agradece la lástima.
"Pero tú no te preocupes,
ya no ha de faltarte nada.
Yo también soy callejero,
aunque de distintas plazas
y a patita coja y triste
voy de jornada en jornada.
Las piedras que me tiraron
me dejaron coja el alma.
Entre basuras de tierra
tengo mi pan y mi almohada.
Vamos, pues, perrito mío,
vamos, anda que te anda,
con nuestra cojera a cuestas,
con nuestra tristeza en andas,
yo por mis calles oscuras,
tú por tus calles calladas,
tú la pedrada en el cuerpo,
yo la pedrada en el alma
y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».
Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,
te regalará San Roque
una muleta de plata.
Compañeros, si los hay,
amigos donde los haya,
mi perro y yo por la vida:
pan pobre, rica compaña...
Era joven y era viejo;
por más que yo lo cuidaba,
el tiempo malo pasado
lo dejó medio sin alma.
Y fueron muchas las hambres,
mucho peso en sus tres patas
y una mañana, en el huerto,
debajo de mi ventana,
lo encontré tendido, frío,
como una piedra mojada,
un duro musgo de pelo,
con el rocío brillaba.
Ya estaba mi pobre perro
muerto de las cuatro patas.
Hacia el cielo de los perros
se fue, anda que te anda,
las orejas de relente
y el hociquillo de escarcha.
Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba:
ortopédico de mimos,
cirujano de palabras,
bien surtido de intercambios
con que curar viejas taras.
"Para ti... un rabo de oro;
para ti... un ojo de ámbar;
tú... tus orejas de nieve;
tú... tus colmillos de escarcha.
Y tú, —mi perro reía—,
tú... tu muleta de plata".
Ahora ya sé por qué está
la noche agujereada:
¿Estrellas... luceros...? No,
es mi perro cuando anda...
con la muleta va haciendo
agujeritos de plata.
Autor: MANUEL BENÍTEZ CARRASCO
De mis abuelos paternos, los recuerdos que tengo son posteriores a los cinco años, lo que relato, me lo han contado a mi.
La casa de mis abuelos estaba detrás de la mía, y los corrales se comunicaban, pero yo tuve que entrar poco en esa casa, porque ni se como era.
Mi abuela Constanza y mi madre no se entendían, y según me contaron, mi abuela cuando veía a mi madre por el corral, la insultaba.
Mi abuelo Pedro "patatita", debía ser buena persona, pero un poco "bolo". Era muy buen albañil y tenía mucho trabajo, pero poca ganancia, porque en los presupuestos no tenía en cuenta los sueldos de sus hijos. Mi padre mientras estuvo soltero no cobró ningún jornal, y mis tíos me imagino que tampoco.
En el corral de mi casa, al fondo, había un trastero que habilitaron como vivienda para la tía Cele y el tío Jacinto, dos hermanos de mi abuela Constanza. Allí dormían, y allí encendían fuego para hacer la comida, o calentarse, sin tener chimenea. Vivían en condiciones de auténtica miseria.
La tía Cele, de joven, estuvo con su hermana Nuncia sirviendo en Madrid, en la casa de unos señores importantes, creo que tenían algún título nobiliario, y en los veranos iban con los señores a veranear a Biarritz y todo.
La tía Nuncia se casó con Nicolás, que era ayuda de cámara de Alfonso de Borbón, Príncipe de Asturias, hijo de Alfonso XIII. Y al dar a luz a su hijo, murió a consecuencia del parto. La tía Cele se quedó cuidando del niño junto a su cuñado Nicolás, con la esperanza de casarse con el, pero el tal Nicolás, se enamoró de una amiga de su mujer y se casó con ella.
La tía Cele volvió al pueblo, a la casa de mi abuela Constanza, porque vivía allí su hermano Jacinto que también estaba soltero. Los ahorros que tenía, se emplearon para construir la casa donde nací. No se que apaños hicieron entre ellos: si ella pagó los materiales, y mis abuelos la mano de obra, o qué; el caso es, que mis abuelos se la llamaron suya, y a ella la tenían como si fuera la criada.
Después, no se por que motivo, mi abuela les echo de su casa, y por eso vivieron durante un tiempo en ese trastero que comentaba, hasta que la tía entró a servir en casa de una señora rica del pueblo, tía de Concha "la gancha". (Continuará).
El Coro San Cristóbal de Almorox, participará el día 13 de diciembre a las 20'30 en el Encuentro de Corales de Madridejos, junto a la Coral de este municipio y la de Fuensalida. Los temas que llevamos son: habaneras, canciones del folclore popular y villancicos. Después, la Coral de Madridejos vendrá a Almorox, y participará en el Encuentro de Corales que hacemos para Navidad.
Pegada a la casa donde nací, estaba la casa de mi tía Doro, hermana de mi madre. Su marido, mi tío Anastasio "el portillano", tenía una fábrica de mosaicos allí mismo, al fondo del patio; A mi me gustaba ver como los hacían, porque era un trabajo muy laborioso, los hacían de uno en uno.
La fábrica no necesitaba muchas cosas, la nave era pequeña, y lo mas aparatoso que había en su interior, era una prensa manual de hierro macizo, grandísima, cuyo mecanismo tenía una barra horizontal, en la parte superior, con unas pesas de considerable tamaño en sus extremos, que al girar, transmitía una gran fuerza a un eje central vertical a modo de pisón, que bajaba con el impulso manual y volvía a subir por la inercia.
Croquis de la prensa que empleaban, no es exacto porque no lo recuerdo con detalle.
El proceso era el siguiente:
1- Se colocaba la placa base perfectamente lisa que limpiaban con un aceite.
2- sobre la placa iba el molde. Si el baldosín era de color liso o jaspeado ya se podía echar la pintura y se continuaba el proceso (paso 5). Si el baldosín llevaba dibujo se continuaba con el paso 3.
3- Dentro del molde se colocaba la trepa o plantilla que llevaba el dibujo del mosaico.
4- Se echaba la pintura del color que correspondía en cada zona del dibujo.
5 - Se espolvoreaba sobre la pintura cemento, a modo de secante.
6- Se terminaba de rellenar el molde con una mezcla de arena y cemento húmedo y se enrasaba.
7- Se ponía la tapa sobre el molde, se hacían girar las pesas y el pisón bajaba y lo compactaba.
Lo que yo llamo pisón volvía a subir, Se sacaba la pieza del molde y ya estaba listo; después se metía el baldosín en agua hasta el día siguiente, terminando así el proceso.
A mi tío le traían, con frecuencia, camiones de arena de río que descargaban en su puerta, y luego metían a carretillas, pero mientras, aprovechábamos para jugar haciendo túneles, puentes y castillos, era como tener una playa de secano.
En la otra casa que pegaba con la mía, vivían tres chicos de nuestra edad. Un día que su madre fue por agua a la fuente, el mediano se subió a la cantarera y se puso a hacer contorsionismo, metiendo la cabeza por uno de los orificios mas pequeños, de tal forma, que se quedó atrapado cabeza abajo; cuando llegó su madre , se lo encontró con la cara toda morada y tuvieron que romper la cantarera para sacarlo.
En esa misma calle estaba la fábrica de quesos de "Los Carvajales" y siempre nos daban recortes de queso fresco, que estaba buenísimo. Nosotros hemos sido pobres pero nunca nos ha faltado para comer; de todas formas, en mi pueblo siempre teníamos algo de que echar mano, porque cuando no eran las brevas de nuestra higuera, eran las ciruelas claudias de mi tía Doro, y si no, las bellotas con higos secos, que llamábamos turrón de pobre, o las uvas en tiempo de vendimia que cogías de cualquier carro que pasaba, o una rebanada de pan con aceite y azúcar, el arrope que hacía mi abuela Mª Paz, los membrillos que nos comíamos en el recreo de la escuela, y hasta el trigo verde cuando estaba granado, que teníamos la paciencia de pelar grano a grano.
Mis hermanas nacieron en la casa de mi abuela Mª Paz, porque mis padres se quedaron a vivir allí después de casados, como también lo hizo mi tía Alejandra cuando se casó un año después.
Me contaba mi hermana Artemia que los abuelos de mi madre, padres de mi abuela Mª Paz, marchaban bien, tenían bastantes viñas y tierras, dos pares de mulas, que en esos tiempos no los tenía cualquiera, y además, dos bodegas. Después de enviudar mi bisabuela Petra, las cosas fueron peor, pero aún así, mi abuela heredó viñas y una casa grandísima, con un corral mas grande todavía donde estaban las bodegas, el pozo y una cueva que era muy larga, seguro que tenía mas de veinte metros de recorrido por debajo del corral, y terminaba con un respiradero que parecía un pozo. La casa después de que se fueran mis padres, se dividió en dos y se vendió la parte derecha. Se hizo una pared separando los corrales a la larga dejando el pozo entre los dos para ser compartido, y las bodegas quedaron una a cada lado.
Durante la guerra metieron en la cueva colchones y víveres y la usaron como refugio para la familia y conocidos. Afortunadamente en mi pueblo la guerra solo duró tres meses. Las cuevas normalmente servían de almacén para los alimentos, porque la temperatura era muy fresca y se conservaban muy bien, eran lo mas parecido a una nevera. Yo entré a verla una vez, pero no volví a bajar porque me daba mucho miedo.
De alguna forma mis padres fueron marginados por sus familias. Mi madre tenía hipermetropía desde niña, y la pobre lo pasó fatal toda su infancia y su juventud porque no se pudo poner gafas hasta después de casarse. Para remate, de jovencita la hicieron entrar de aprendiza en una sastrería para que aprendiera a coser, cosa que fue imposible, porque mi madre no veía ni por donde metía la aguja. Mi abuela no podía entender que no viera lo que estaba a un palmo, cuando veía, con toda claridad, lo que estaba a un montón de metros, y se enfadaba con ella porque creía que lo hacía para escabullirse del trabajo.
- Pero madre, si es que no veo. -
- ¡¿Como no vas a ver con esos ojos que tienes?!, ¡¡lo que pasa es que eres una gandula!!.- y la reprochaban que no hiciera bien las cosas.
La idea era ir contándolas cronológicamente y por eso comenzaba desde mi nacimiento. Después, lo que hice fue contar chascarrillos sueltos, que se encuentran en el archivo "El trastero", como: Un ratón en la despensa, la niña de la mona ...
En el borrador que escribí entonces decía:
Me gustaría contar las historias o anécdotas que me han sucedido desde mi infancia, pero tengo un dilema, porque no todo se puede contar, bien porque no es agradable, o porque pueda invadir la intimidad de otras personas o la mía propia, a si que... contaré todo lo pueda y algunas cosas me las reservaré.
Lo llamaré, "El trastero de mi memoria”, porque lo que pretendo es desempolvar y ordenar mis recuerdos, y comenzaré por el principio, es decir, desde que nací:
Nací en Fuensalida un 8 de junio de 1952, en una casita baja propiedad de mis abuelos paternos, situada en la que ahora se llama C/ de La Asunción de la Virgen. Según me contó mi madre parecía que ya estaba criada, muy gordita y con los mofletes muy colorados, que he conservado toda mi vida. Era la tercera hija del matrimonio: la mayor, Artemia, tenía seis años y la segunda, Mª Magdalena, tres.
Mi padre quería un niño, pero vine yo. De nombre me pusieron Perpetua, porque mi padre antes de que naciera dijo: - Si es niño Vicentito, y si es niña, Perpetua, que como ya dije en otra ocasión eran los nombres de dos de sus hermanos que murieron de niños. Me contaron que esta Perpe, hermana de mi padre, era una niña fuera de lo corriente, muy lista y muy dispuesta, que con tan pocos años, ayudaba a mi abuela Constanza en las tareas de la casa, sirviéndola de gran ayuda.
La casa donde nací estaba mas baja que la calle, y había que bajar dos escalones para entrar, porque la planta de toda la casa estaba a la misma altura que el corral. El suelo tenía baldosas de color ladrillo, muy grandes y ásperas. Nada mas bajar los escalones estaba el portal, muy amplio, a la derecha el salón, con los muebles que llevó mi madre cuando se casó: una mesa cuadrada, sobre la que mi madre tenia un paño hecho de hilo de bolillos y un pez de cristal con betas de colores, el chinero y seis sillas. Esta habitación no se usaba. A la izquierda, el cuarto de estar con una ventana a la calle, donde estaba la mesa camilla, el brasero en invierno, otro chinero y la radio; desde aquí se pasaba a la alcoba de mis padres y desde esta a nuestra alcoba, donde dormíamos las tres. Recuerdo con agrado las mañanas de los domingos, cuando nos metíamos las tres en la cama de mi madre, que nos parecía grandísima, y jugábamos haciendo chozos con la almohada y las mantas.
Al fondo del portal, a mano izquierda el pajar y a la derecha la cocina, también grande, con un fogón bajo de lumbre de paja, donde se arrimaba el puchero de barro para hacer el cocido. Al fondo de la cocina a la izquierda , la despensa, con una ventanita que daba al corral, y justo debajo por la parte de fuera estaba una mesa con dos barreños grandes de zinc para fregar los cacharros o lavar. Un verano, durante la siesta que mi madre nos obligaba a dormir, queríamos salir al corral a jugar, pero no queríamos abrir el cerrojo de la puerta para no despertar a mi madre, por lo que se nos ocurrió saltar por esa ventanita de la despensa. Solo pudo saltar mi hermana Mada, porque, no se si piso mal sobre uno de los barreños o se tambaleó la mesa que era vieja, el caso es, que se cayó y encima de ella el barreño, imaginaros el lío que se montó ... se hizo una brecha en la frente que para que, la cicatriz todavía la tiene.
Todas las hermanas hemos nacido en casa, porque antes las mujeres no parían en los hospitales, como todos sabemos, sino que la comadrona iba a las casas a ayudar en el parto. La de Fuensalida se llamaba Petronila y la recuerdo, de un lado para otro del pueblo, subida en su bicicleta con una falda pantalón muy amplia.
Mi madre tenía gallinas en el corral y un gallo, y cuando tenían pollitos los criaba para nuestro consumo. En una ocasión, con motivo de una tormenta, se nos inundó la casa y el corral. Se ahogaron la mayoría de las pollitos a pesar de que mi madre les secó e intentó reanimar al lado de la lumbre. Y por poco me ahogo yo también porque el agua llegó hasta una buena altura de la cuna. Mi madre criaba a los pollos porque la economía era mala y los necesitábamos para comer, por eso el afán de mi madre por salvarlos, su muerte suponía una pérdida muy importante. Cuando llovía en Fuensalida lo hacia de verdad y se hacían unas pompas grandísimas en el agua de los charcos y cantábamos eso de:
"Cuando llueve y hace sol sale el arco del Señor, cuando llueve y hace pompas sale el arco de las monjas".
Yo creo que todo lo hacíamos cantando, teníamos canciones para todo. Si empezaba a llover cantábamos esa que todo el mundo conoce:
"Que llueva , que llueva la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan..."
Si cuando llovía era el mes de mayo: "Agua de mayo créceme el pelo si no me lo creces, me pongo un sombrero."
La calle donde viví los cinco primeros años de mi vida, era de tierra agrisada finísima. Cuando estaba seca levantaba mucho polvo y cuando se mojaba era un barrizal. Entonces estábamos mas tiempo en la calle que en casa, según me han contado, de chica era muy “jarota”, me gustaba andar muy suelta, tardaban mas en ponerme las bragas que yo en quitármelas. Daría gusto verme, estaría como un “guarrito antón”.
Enfrente de casa vivía “Vitoriano” el relojero y "la Eulogia" su mujer. Victoriano arreglaba relojes y además era alguacil del Ayuntamiento y hacía de pregonero, por lo que cuando tocaba, con su gorra de plato y su corneta se recorría el pueblo: - De parte del Señor Alcalde se hace saber... Nosotras entrábamos en su casa como si fuera la nuestra, porque eran muy buena gente. Tenían un pozo en el corral del que sacaban agua con una bomba manual como en las películas del oeste, y algunas veces mi madre nos mandaba allí a por ella. (Continuará).
El martes pasado fui a ver la exposición de Eugenio, mi profesor de pintura.
Está en el edificio del antiguo Ayuntamiento de Escalona, en la plaza, que han rehabilitado para biblioteca en la planta baja y sala de exposiciones en la planta superior. Vale la pena acercarse a verla porque tiene un número importante de obras, con distintas técnicas y temas variados. Destacan los bodegones, que para el no tienen secretos, con sus telas y texturas que domina a la perfección, una serie de cuadros con figuras de mujer sobre fondos imaginados, y sus cuadros con temática surrealista, a todo color, que tanto le gustan.
El cuadro estrella, es un paisaje del pueblo de Escalona con su castillo y su entorno, en un encuadre nuevo y original que casi parece una vista aérea, y que el Ayuntamiento, ha tenido el acierto de comprar para decorar la nueva Casa Consistorial. Me alegra que el trabajo de Eugenio sea reconocido por su pueblo, porque el se lo merece, y a ellos les honra.
Fue un día de saludos intentando reconocer, y que nos reconocieran, a personas del pueblo que hacía mas de 40 años que no veíamos. El mas emotivo fue cuando mi hermana Artemia se encontró con su maestra de la infancia: " Doña Isabel... ¡¡MI MAESTRA....!!" Y mi hermana lloraba de la emoción. Fue un momento entrañable, donde se juntaban el agradecimiento de mi hermana y la satisfacción de la maestra que ve reconocido su esfuerzo.
Fue un día de encuentro con nuestras raíces, donde nos sentimos "patatitas" orgullosos de serlo, porque somos quizás impulsivos, pero nobles de sentimientos y muy buena gente.
2. EL CUERPO: Mis sentimientos son influenciados por mi postura. "Nada como una sonrisa" Una postura adecuada genera una disposición feliz. Es importante también que hagas ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien. Mira siempre hacia arriba y sólo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.
3. EL MOMENTO: La felicidad no está en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días. Sólo se la puede encontrar en cada momento. "Hoy es el mañana del ayer". Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro. Recuerda que la Felicidad no es una meta, sino un trayecto. Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado, tu presente y tu futuro.
4. NUESTRA PROPIA IMAGEN: Debo aprender a amarme a mí mismo como soy. Creer en ti mismo da resultados. Sólo al querernos podemos abrir el corazón a que nos quieran. Cuanto más te conozcas, en mayor medida podrás darte a los demás.
Dag Hammarshöld decía: "El camino más difícil es el camino al interior"... y, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo.
5. LAS METAS: Sabes cual es la diferencia entre un sueño y una meta?. Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad. Un sueño es solo un sueño, algo que está fuera de la realidad... así que atrévete a soñar, pero atrévete también a esforzarte por lograr que esos sueños se hagan realidad. "Apunta hacia la Luna, pues aunque te equivoques, irás a parar a las estrellas..." Y cuando te pongas una meta difícil o creas que tienes un sueño imposible, recuerda que el éxito es sólo la recompensa, pues lo que vale es el esfuerzo.
6. EL HUMOR: La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima. Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada, nuestro cerebro lo entiende como una señal de que todo va bien y manda un mensaje al sistema nervioso central para que libere una sustancia llamada beta-endorfina, que da a la mente una respuesta positiva. Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero que da más luz.. Además, con cada sonrisa que le das a alguien o a ti mismo siembras una semilla de esperanza.
7. LAS RELACIONES: La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas...Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia, basada en la comunicación y empatía se manifiestan naturalmente. Trata de entender a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son sin intentar cambiarlos, porque cuando te sientas mal, sin importar como sean, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor. Así que cultiva tus amistades, pues ellas nos son gratis. La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural, debe alimentarse a través de detalles. Por ello la verdadera amistad no puede basarse en condiciones, intereses ni requisitos.
8. EL PERDON: Mientras mantengas odios y resentimientos en tu corazón, será imposible ser feliz. Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento para el alma. La vida es muy bella como para mantener sentimientos negativos en nuestro camino...
9. DAR: Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar sin esperar nada a cambio. Las leyes de la energía y la justicia te devolverán con creces lo que des. Si das odio, recibirás odio tarde o temprano, pero si das amor, recibirás multiplicado ese amor.Quien ama de verdad da todo de sí por hacer feliz a su amado. Sólo el que aprende a dar desinteresadamente, está en camino de descubrir la verdadera felicidad.
10. LA FE: La Fe crea confianza, nos da paz mental y libera al alma de sus dudas, preocupaciones, ansiedad y miedos. Ten fe, esperanza y optimismo en ti mismo y en todos los proyectos que quieras emprender. Pero no te asustes cuando dudes, simplemente desea las cosas de todo corazón y lleno de fe porque "Querer es poder". Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reírse de sí mismo. Así que ríe, ríe alegremente... ¡y el mundo reirá contigo!
AUTOR DESCONOCIDO
Es una lección magistral. Progreso si, pero sin dejar de lado lo esencial en el ser humano, SER PERSONAS.
Do, Re, Mi
Do, Re, Mi
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si
Don, es trato de barón.
Res, selvático animal.
Mi, denota posesión.
Fa(r) es “lejos” en inglés.
Sol, ardiente esfera es.
La, al nombre es anterior.
Sí, asentimiento es
Y otra vez ya viene el Do.
Sol, Do, La, Fa, Mi, Do, Re
Sol, Do, La, Si, Do, Re, Do
Sol, Do, La, Fa, Mi, Do, Re
Sol, Do, La, Si, Do, Re, Do
“Si las notas conoceis.
Todo ya bien cantaréis."
Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, Do.
Do, Si, La, Sol, Fa, Mi, Re, Do.
Do, Mi Mi
Mi, Sol Sol
Re, FaFa
La, Si Si
Don, es trato de barón.
Res, selvático animal.
Mi, denota posesión…
La primera semana de mayo de 1978 hice un viaje por Burgos, desfiladero de la Yecla, Santo Domingo de Silos y Covarrubias.
Llegamos a la bella ciudad de Covarrubias a última hora de la mañana y nos dio tiempo a pasear por sus calles de construcción medieval, justo antes de comer.
No conocíamos nada de esta ciudad y no teníamos ni idea de las sorpresas que nos esperaban:
Al ver el horario de visitas, sentimos curiosidad y decidimos esperar para entrar a verla. En su museo nos encontramos con una joya: El Tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, obra emblemática de la escultura gótica del siglo XV. atribuida a un discípulo de Gil de Siloé.
Pero no queda aquí la cosa, ahora viene lo mas curioso y de lo que yo todavía no he salido del asombro.
Resulta que en el claustro hay una tumba románica adornada con banderas española y noruega, donde se encuentra enterrada la princesa Cristina de Noruega ( la princesa del amor), que vino a España en 1257 para casarse con Felipe de Castilla, hermano del Rey Alfonso X.
Según otras fuentes, Alfonso X pactó la boda con su padre el Rey Haakon de Noruega por intereses políticos. La princesa Cristina partió de su país para casarse con él en una nave vikinga, pero fue tan complicado el viaje, y tardó tanto tiempo, que cuando llegó a España el Rey Alfonso ya se había casado. Por lo que la dio a elegir como esposo a uno de sus hermanos y ella escogió a Felipe de Castilla.
Cristina murió sin descendencia cuatro años mas tarde, porque no se adaptó al clima. Otros dicen que fue por nostalgia de su pais.
Junto a la tumba hay una campana de barco con unas cintas de colores en el badajo, regalo del Pueblo Noruego.
En Covarrubias existe la leyenda que dice: que aquellas doncellas solteras que hagan sonar la campana que hay junto al sarcófago, encontrarán esposo en el plazo de un año.
Toda esta historia nos la contó el sacerdote que nos enseñó la colegiata. En ese momento la única del grupo que no tenía pareja era yo. ¡¡Y di tal "campanazo"!! ... que por poco me quedo con las cintas en la mano.
¡¡ Aquí viene lo bueno !!. Como dije, esto ocurrió a primeros de mayo, y no os lo vais a creer pero... a finales de mayo comencé a salir con Fernando con el que me casé dos años después... y sigo casada con él.