jueves, 29 de mayo de 2008

Pies Grandes


Tengo los pies grandes desde que era pequeña.
Cuando me compré los zapatos para la primera comunión, recuerdo que como nos sobraba el dinero en casa; fuimos andando con mi madre desde Fuensalida ( entonces no había zapaterías ) a Torrijos, montando a ratos en una bicicleta que compartía con mi hermana Mada. Debía gastar entonces cerca de un 36 y tuve problemas para encontrar zapatos de niña, blancos, de ese número. Tenía 8 años pero siempre he sido grandota, estaba igual de alta que mi hermana Mada ( bien de rabia que la daba) y me saca tres años.

Toda mi juventud la pasé con los pies encogidos porque, claro, esto no se quedó en un 36, fué creciendo y cuando gastaba un 40 ya no encontraba zapatos y tenia que llevarlos pequeños, era un auténtico calvario. Y el pie siguió creciendo hasta el 42 de entonces.

Cuando me casé decidí hacerme los zapatos a medida en una zapatería que los hacían de encargo, y ¡ hasta la horita !. Cuando fui a hacerme la prueba resultó que me quedaba uno bien y el otro un poquito grande, no había problema, meterían un poquito el que me estaba grande, pero se confundieron y metieron el que me estaba bien por lo que después tuvieron que meter el otro. Total que fui a la boda con los zapatos pequeños y hechos un desastre en la costura de atrás de tanto coser y descoser. Y para colmo: En Almorox tenían por costumbre pasar el zapato de la novia para pedir dinero y, por mas que me resistí, pasearon mis zapatos con esa facha por todas las mesas. ¡¡Para mi que lo hicieron a propósito, las muy asquerosas!!
( Lo digo con cariño). Cuando acabó la boda tiré los zapatos y no me he vuelto a hacer ninguno mas a medida, ¡ ni se lo recomiendo a nadie !.
Los pies grandes y mi sufrimiento me han hecho ser muy humilde, pero lo considero una virtud.

Ahora vivo el mejor momento para mis pies, han sobrevivido a las torturas y aunque grandes y feos les doy buena utilidad.
Como decía antes llegué a un 42 con jardinera y, para colmo, con esto de la Unión Europea ahora no tengo un 42 sino un 43. Mira que me sienta mal, ¡ con la ilusión que me haría gastar un 41 si hubiera sido alrevés !.

Hace unos años encontré una zapatería que tenían zapatos de mujer hasta el 42, 43 actual y siempre que iba les decía: - ¡ Por Dios no cierren la tienda! , pero nada, ni caso, el año pasado la cerraron. Menos mal que como dice el refrán: Donde se cierra una puerta se abre una ventana, o como quiera de se diga. El caso es que he encontrado otra mucho mejor se llama CALZADOS CORDONES en C/ Santiago 6 al lado de la calle Mayor en Madrid, a la altura del antiguo Ayuntamiento. Tienen zapatos para mujer y hombre solo tallas muy pequeñas 32 - 35 y muy grandes 42 – 45 en mujer y 47 – 51 en hombres, con modelos de plena actualidad y comodísimos. He dejado un enlace de su página web por si le interesa a alguien ver sus modelos y precios.